



Esta imponente figura de Buda bebé, realizada en resina de 65 cm, irradia calma y dulzura espiritual. Su gesto de bendición representa la protección divina, la paz interior y el despertar de la conciencia en su estado más puro.
El Buda bebé simboliza el renacimiento del alma, la inocencia y la conexión con la energía universal. Colocarlo en el hogar o espacio sagrado favorece la armonía, la serenidad y la apertura del corazón, transformando el ambiente en un refugio de paz y espiritualidad.